La posible presencia de amianto en las construcciones es una grave preocupación tanto de empresas como de particulares. Aunque el uso de este material se prohibió en 2001, sigue estando en cubiertas, paredes, suelos… de casas, naves industriales y otros espacios, por eso es de vital importancia tenerlo controlado. En Construcciones RM te damos las claves ya no solo para averiguar si una edificación contiene amianto o no, sino para saber si este material está en riesgo de dispersión y es, por tanto, peligroso para las personas.
Cronología de la construcción
Una de las primeras preguntas que debemos hacernos para descartar la presencia de amianto en un espacio es en qué año se construyó y/o se llevaron a cabo sus posibles reformas. Cualquier edificación o reforma posterior al año 2002 estará 100% libre de amianto. Si las fechas son anteriores, entonces sí existe la posibilidad de que está substancia esté presente.
Análisis de materiales
A veces la presencia de amianto puede ser muy evidente. Si detectamos placas de fibrocemento o “uralita”, entonces lo más probable es que esta substancia forme parte de su composición. La excepción son las placas con la inscripción NT (Nueva Tecnología), que indica que han sido fabricadas con fibra de vidrio y por tanto no contienen amianto.
En otras ocasiones, la presencia de amianto es más difícil de detectar y requerirá de un análisis de los materiales por parte de una empresa especializada.
Usos de la construcción
Debido a sus excelentes propiedades térmicas y acústicas, el uso del amianto estuvo muy extendido, por lo que casi cualquier construcción es susceptible de tenerlo. Sin embargo, existen ciertas edificaciones y espacios donde su presencia es más probable: naves industriales, sótanos y aparcamientos, instalaciones de climatización y ventilación, salas para espectáculos públicos (auditorios, teatros), … Este tipo de lugares deberían revisarse concienzudamente en busca de amianto.
Mantenimiento y conservación
Si los materiales que contienen amianto se han mantenido estables y en su formato original, el riesgo de dispersión de sus fibras tóxicas es mínimo. El problema está en que no se haya aplicado un correcto mantenimiento a las instalaciones con amianto, que estas hayan recibido un alto desgaste (por ejemplo, alto tránsito de maquinaria pesada o vehículos), que hayan estado expuestas a ambientes que hayan acelerado su deterioro (humedad, contaminación, corrosión) o que su vida útil haya llegado a su fin (se calcula un período de entre 30-50 años de duración). Por todos estos motivos, lo mejor es retirar los materiales con amianto lo antes posible.
En Construcciones RM somos expertos en retirada de amianto. Si quieres librarte de este material sin riesgos y cumpliendo todas las normativas, no tienes más que confiar en nuestro equipo. Además, también nos ocupamos de su substitución por otros materiales mucho más seguros y eficientes. ¡Contacta con nosotros y cuéntanos tu caso!
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